¡Qué cara más dura! Ayer los taurinos llenaban por primera vez en mucho tiempo la plaza de toros de Barcelona y gritaban “libertad, libertad, libertad”. Y todo porque se acaban los toros en Cataluña por decisión del Parlament de Catalunya, que lo votó por mayoría absoluta. Y porque 180.000 catalanes, más del triple de lo exigido, se lo pidieron con su firma y su DNI. El concepto “libertad” es posiblemente el valor más prostituido del mundo. En nombre de la libertad se han cometido auténticas barbaridades, cuando la libertad consiste en hacer todo lo que uno quiera pero siempre respetando al otro.¿Libertad de torturar en público a un animal? En TV3 he visto a una señora diciendo que “el toro lo creó Dios para morir en la plaza”. ¡Usted sí que sabe! Y Dios dijo “hágase el picador montado a caballo para machacarlo bien, hágase el banderillero para clavar más todavía, hágase el torero para hacer arte sobre un animal moribundo, hágase la estocada para que el diestro ejecute al toro, y hágase la puntilla para cuando el animal esté medio muerto”. Y la plaza Monumental al unísono gritaba “libertad, libertad, libertad”. Claro que sí. Ahora nos van a dar lecciones de libertad.





