Cuando estaba en primero de Periodismo, un profesor nos habló de los diferentes criterios que podía haber para que una noticia fuera considerada más o menos importante: que afectara a mucha gente, que fuera insólita, que hubiera más cercanía geográfica al hecho o que hubiera más cercanía psicológica. Por eso empezamos a entender todos que era más noticia 10 muertos por un accidente de autocar en Francia que 200 muertos por un bombardeo norteamericano en Afganistán.
Y es por eso por lo que no se ha hablado casi nada del efecto devastador que ha tenido el huracán Sandy sobre paises pobres como Haití y Cuba. Ayer todos los informativos abrían con política nacional y catalana y hoy todos dan gran profusión de imágenes sobre un Nueva York desierto aderezado con cuatro planos sobre la tragedia en el Caribe, que puede haber matado a 60 personas. Y menos mal que los pobres hablan nuestro idioma...
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